QUIEREN QUE CALE EL MENSAJE DE QUE LOS RECORTES SOCIALES QUE ESTÁN SUFRIENDO LOS MADRILEÑOS SE OCASIONAN PORQUE ESA COMUNIDAD HA DE MANTENER A ANDALUCÍA
En el 2011 Ana Mato; aquella nefasta ministra de Sanidad, se permitía, cuando era la vicesecretaria de Organización del PP, mentir, y mentir a sabiendas, pregonando en los medios de comunicación nacionales que los escolares andaluces, en la enseñanza pública, recibían las clases sentados en el suelo porque, según afirmaba, no tenían pupitres. Esto, que si no hubiese sido tan malintencionado debería haber hecho reír a los andaluces, fue algo realmente insoportable por mendaz y retorcido, a más de una gran falacia, y es que, la imagen que ella presentaba de unos niños sentados en el suelo para apoyar su falsa denuncia, reflejaba una actividad escolar de Cuentacuentos. Que hay que ser osada. Y que curioso, por aquellos días, el Parlamento Andaluz votaba la reprobación del cabeza de lista de CiU al Congreso del, por entonces lenguaraz Josep Antoni Duran Lleida, que era muy contumaz en sus ataques a Andalucía; en forma de PER y de no se cuantas cosas más, y es que las campañas electorales estaban en plena ebullición y eso hace desvariar al personal. Así es que ambos se dedicaron a atacar impunemente a Andalucía, a los andaluces, que en este país parece salir gratis: que cosas, nacionalistas y paperos defendiendo lo mismo.
Ha pasado el tiempo, los años, y parece que fue ayer, porque de nuevo los andaluces tienen que oír, tienen que soportar, la desconsideración y el desprecio de determinados políticos que desconocen la auténtica realidad social de Andalucía. Sí, la última dirigente en arremeter contra ella ha sido la presidenta de la comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes. 
Esa señora que cuando habla con la prensa pone equidistancia entre las cosas de su partido y ella para presentarse como la encarnación de la modernidad y la elegancia en política, se permitió hace unos días utilizar el mismo discurso de los nacionalistas; de los independentistas, diciendo, en la Asamblea regional de Madrid, que “los madrileños están pagando 3.000 millones de euros para que los andaluces tengan sanidad, educación y demás”, cuando sabe que es una gran mentira porque, cualquier dirigente medianamente informado, conoce que en España no tributan los territorios, sino los contribuyentes, y que las grandes empresas de los sectores energético, turístico, químico o petrolero, obtienen sus beneficios en Andalucía, pero tienen el domicilio fiscal en Madrid, como alguien de Andalucía le ha recordado. Como hay que recordarle también que Andalucía recibe solo 109 euros por habitante para sanidad, por debajo de la media nacional y es que; lo que son las cosas, es Andalucía, junto a Cataluña, las dos regiones con más carga impositiva.
Pero lo mismo que en Cataluña ha calado el mensaje independentista de “España nos roba”, también en Madrid, puede calar el mensaje de que los recortes sociales que están sufriendo los madrileños se ocasionan porque esa comunidad ha de mantener a esa tierra del sur de España en la que solamente habitan vagos y gentes extrañas y graciosillas. Un peligroso discurso pelín racista y si me apuran hasta xenófobo.
Ahora la señora Cifuentes pide perdón, con la boca pequeña, pero ya está bien. En política; y en otras cosas de la vida, no puede valer todo. Alguien debería decirle que se olvide de Andalucía y que se preocupe de las cosas de Madrid, por ejemplo, donde su lengua afilada podría tener un magnifico campo de acción, porque material hay para su lucimiento. Gente como esta, declaraciones tan indignantes y tan llenas de ignorancia, seguramente influyen en que el PP lleve tantos años sin poder alcanzar el poder en Andalucía y es que, 
en palabras de Juan Manuel Moreno Bonilla, Presidente del PP andaluz, “El Partido Popular no ha sido capaz de articular una alternativa suficientemente mayoritaria como para gobernar Andalucía. Esa responsabilidad es exclusivamente nuestra”. Lo dijo alguien del PP, no nosotros. Y algo sabrá de esto.
pityalarcon.com 