Oyendo en la reproducción de las cintas decir al ex President Camps eso de “tenemos que hablar de lo nuestro, que es muy bonito”, en el contexto de una conversación con el rumboso “bigotes” ya nos creemos todo
Casi todos los medios de comunicación, audiovisuales y escritos, han publicado imágenes del ex presidente valenciano Francisco Camps durante el desarrollo del juicio en el que están encausados él y Ricardo Costa. Juicio en el que el que se pone de relieve la forma en la que ambos aceptan, con total naturalidad, regalos fuera de la normalidad, del más mínimo decoro.
En una foto publicada por LA OPINIÓN, días pasados, el ínclito Campas, figura tras la imagen de su abogado—esta aparece un tanto difuminada—con una cara y una sonrisa que no sabemos como definir: o de un cinismo que espanta o de un autismo que asusta más en quien ha gobernado una de las más importante comunidades de este país. Claro que teniendo en cuenta como la ha dejado, las cosas que este buen hombre ha hecho en la administración de la misma, ya nos creemos todo. Sí, nos creemos que su sonrisa, un tanto bobalicona, sea la de una persona que es consciente de lo que está pasando, pero que es tan simple que ver pasar ante sus ojos y oídos declaraciones que le ponen como mínimo en evidencia, le hacen gracia. Incluso al salir de la sesión se permite decir antes los informadores no se que de “el globo se ha desinflado” y algunas cuantas simplezas más.