Durante la jornada de huelga fueron detenidos 176 manifestantes. En la primera huelga que se le hizo a Felipe González los detenidos fueron 80. O entonces el personal era de natural más tranquilo o, por el contrario, la policía, en esta ocasión actuó con más ligereza a la hora de detener.
Y si la vida siempre nos enseña algo, en esta ocasión hemos aprendido cómo es posible que los participantes en una manifestación, se hieran solos, sin que la policía intervenga. Así, hemos visto y oído como en Barcelona un adolescente es herido en la cabeza porque, al parecer, la porra del Mosso de Escuadra que le perseguía tenia vida propia y rebotando en la mochila del chico se fue para su cabeza abriéndole una brecha.
Y aquí en Murcia, se nos ha dado comprobar como un ciudadano puede arremeter, el solito, contra una moto parada resultando herido sin que el policía que le perseguía interviniese.
Los españoles ya tienen motivos como para estar indignados, sobra el tomarlos por tontos.
pityalarcon.com 
En todas partes cuecen habas…
EL PERIODICO
«Los Mossos me han roto el brazo por tres sitios» Una joven explica como un antidisturbios le golpeó con la porra la noche del 14N
Martes, 20 de noviembre del 2012 – 22:57h.
ANTONIO BAQUERO / BARCELONA
En una esquina de la calle Caspe con paseo de Gracia, un familiar de la joven que perdió el ojo por el impacto de un proyectil la noche del 14-N pide la colaboración ciudadana en una poco usual rueda de prensa. A pocos metros del tumulto de cámaras y grabadoras, una joven observa. Lleva el brazo en cabestrillo y, si uno se fija bien, se da cuenta que lo tiene totalmente enyesado. Su nombre es Noemí Gutiérrez y, según explica, la noche de la huelga general fue brutalmente golpeada por un agente antidisturbios.
Noemí Gutiérrez, la joven que denuncia que un antidisturbios de los Mossos le partió el brazo de un golpe de porra
Noemí explica como ella ni siquiera participaba en la manifestacíón. «Habíamos quedado en un local de la calle de Les Magdalenes pues estamos pendientes de un proyecto cultural. Como una de las personas que debía venir llegaba tarde, decidimos esperarla en la calle y ver la manifestación, que en ese momento pasaba por ahí», dice Noemí, que recuerda como, de repente, «alguien incendió los coches de la Policía Nacional y se generó el caos».
Según cuenta, ella y una amiga decidieron pegarse a la pared, inmovilizadas por el temor. «En ese momento aparecieron una docena de furgonetas de los Mossos d’Esquadra, de las que bajaron un montón de antidisturbios. De pronto, tenía a uno de ellos delante mío. Primero me golpeó con la porra en el costado. Yo me doblé y me protegía ese lado con el brazo. Pero él volvió a golpear y noté un dolor horrible, tanto, que me caí al suelo», recuerda.
El SEM la trasladó primero al Hospital de Dos de Maig, desde donde fue reenviada al Hospital de Sant Pau. Las pruebas que le hicieron muestran como el golpe le rompió el cúbito por tres sitios. «Al principio me decían que me tenían que operar pero ahora, gracias a dios, parece que si con el yeso se suelda bien la rotura no hará falta», relata esta joven que es contratada eventualmente por empresas de cátering. «Como no tengo contrato, no tengo ni baja ni nada. Me he quedado colgada», cuenta y anuncia que estudia denunciar la actuación de los Mossos d’Esquadra. «Los protocolos policiales establecen que la policía debe actuar de forma proporcional y en esta ocasíón su actuación contra mí, que no estaba haciendo nada, fue brutal», lamenta.