Algunos medios de comunicación están publicando estos días las frases en español que más les gustan a determinados personajes del mundo de la cultura, de la política, del deporte, de la empresa. Y a nosotros, después de la sesión de investidura del Presidente de la Comunidad Autónoma, Ramón Luis Valcárcel, en el que el Presidente lanzó una oferta de consenso a los partidos de la oposición y estos han respondido aceptándola, la palabra que nos ha venido a la mente ha sido Consenso, que el diccionario define como “Consentimiento o acuerdo, especialmente el de todas las personas que componen una corporación, dos o más partidos políticos, un grupo social, etc., en torno a un tema de interés general”.
Y es que, el momento que está viviendo la sociedad española—de Grecia ni hablamos– demanda de entendimiento entre todas las fuerzas políticas, de remar todos en la misma dirección para llegar a buen puerto. Ya se, esto me ha quedado un poco cursi, pero podríamos traducirlo simplemente en que no podemos continuar con la falta de entendimiento que nos lleva a la nada. Que no se puede persistir en lo de poner zancadillas por doquier a ver si el gobierno se estrella, cuanto más pronto mejor, y que la ausencia de sentido de Estado—Grecia es otro mal ejemplo—solamente puede hacer que este país tarde más en salir de la crisis.
Por todo esto, la oferta de Valcárcel para llegar a un acuerdo con la oposición en los temas más importantes de la Región, nos suena bien, pero confiamos en que no se queda en meras palabras. Confiamos en que, conformado el gobierno regional, el Presidente se reúna con la oposición para poner sobre la mesa los asuntos que no admiten demora.
Se necesita el esfuerzo de todos. Por favor, háganlo aunque solo sea para tranquilizar a los ciudadanos que ya están cansados de tanto ruido y tanta incapacidad también para buscar soluciones, Ya sabemos que no es fácil, pero mientras que los unos se culpan a los otros el tiempo pasa y la casa continua sin barrer.
Lo del Movimiento 15-M no es una tontería. Esto es algo que debería hacer reflexionar a la clase dirigente, de uno y otro signo porque, lo que se ha sacado en consecuencia, es el desprestigio de la clase política y, sin los políticos, no es posible la democracia. Pero ellos deben de reflexionar porque intuimos que se han ganado a pulso dicho desprestigio, así es que es el momento del consenso, de oír a los demás. Nos tememos que, en el ámbito nacional, seguirá sin ocurrir este milagro.
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