Bajo el título «Evolución de la cohesión social y consecuencias de la Covid-19 en España», Cáritas y la Fundación Foessa (Fomento de Estudios Sociales y de la Sociología Aplicada) presentaban en Madrid la primera radiografía social completa de la crisis provocada por la pandemia.
En ese informe, se refleja que en la Región de Murcia la desigualdad se ha multiplicado por veinticinco. Trece de cada 100 personas se encuentran en situación de exclusión severa y otras doce en situación de exclusión moderada, habiéndose incrementado el porcentaje de hogares con alguna persona sin cobertura sanitaria. Para más abundamiento de la realidad que está sufriendo la comunidad, el secretario general de Cáritas en la Región de Murcia, Juan Antonio Illán, alerta de la elevada exclusión del empleo que se da aquí, y advierte de que «Tener un puesto de trabajo no te garantiza salir de la pobreza en la Región de Murcia debido al aumento tremendo de la precariedad». Si a esto se une el que ha aumentado de manera muy importante el número de hogares con todos sus miembros en paro «y no vemos que los sistemas de protección social estén llegando de manera efectiva», entendemos el desaliento de Illán al asegurar que “solo un tercio de los necesitados están recibiendo algún tipo de prestación social y debemos ver qué está pasando».
Y lo que, al parecer, está pasando, es que el Gobierno de la Región de Murcia se piensa mucho eso de ponerse a trabajar para buscar soluciones a estos problemas porque el Ministerio de Inclusión afirma que la Región de Murcia se queda fuera del reparto de 109 millones de fondos europeos de inclusión al no presentar ningún plan al respecto, aclarando que «no se rechazó ningún proyecto de los que se presentaron a la primera convocatoria, los gobiernos autonómicos que no han accedido a los fondos ha sido porque no presentaron ningún proyecto».
Sí, al parecer desde el Ministerio, se realizó una comunicación formal, por escrito a todas las CCAA, además de reuniones para explicar en qué consistía esta convocatoria. A partir de ahí, unas decidieron participar y otras no. Y entre las que decidieron no participar están Andalucía y la Región de Murcia, en la que debe de sobrar el dinero, o el trabajo es tan intenso que no da tiempo a estas menudencias. Trabajo que se incrementa sobremanera con el uso de Twitter, donde nuestro presidente ,López Miras, tiene una presencia constante para denunciar los muchos desmanes que, según él, comete el Gobierno central contra Murcia, y las comunidades gobernadas por el PP. Y ha estado tan enjugascado con estos mensajes acusando al Gobierno de Pedro Sánchez de sectario y de volver a usar “los fondos europeos de forma partidista”, ya que “Murcia no ha recibido ni un euro de los fondos europeos para inclusión”, que se le olvidó que su Gobierno tenia que presentar un proyecto, o algo así.
Por cierto, tan sectario no ha debido de ser el reparto de esos 109 millones de euros cuando algunas de las entidades beneficiadas han sido la Fundación Secretariado Gitano, Cáritas España, Hogar Sí, Confederación Plena Inclusión y la Fundación Save The Children. Entre las comunidades autónomas se encuentran País Vasco, Galicia, Asturias, Valencia, Aragón, Navarra, Extremadura y Ceuta. Y los beneficiarios de las subvenciones destinadas a entidades locales han sido los ayuntamientos de Madrid y Barcelona.
La vicepresidenta y consejera de Política Social, Isabel Franco, asegura que «Hablamos con Galicia a la que sí habían llamado desde el ministerio para presentar proyecto. A nosotros no nos llamaron pese a que estábamos interesados». Lo que no se atreve a negar es que recibieron por escrito las normas para participar ¿A que esperaba?