EL SEÑOR PACHECO ESTÁ EN SU DERECHO DE DECIDIR QUIENES MONTAN SU BELÉN, PERO ÉL HA “MONTADO” EL SUYO, PUES SI QUERÍA QUE FUESEN OTROS LOS AUTORES DEL MISMO DEBERÍA HABERLO DICHO HACE MUCHO TIEMPO, JUSTO EN LA NAVIDAD ANTERIOR.
Nuestro país anda un tanto convulso con el inesperado triunfo de Trump. Las conversaciones entre el presidente de la gestora socialista y el secretario general del PSC. El anuncio de celebración de próximos congresos de Podemos y el PP, y todas esas otras cosas que nos tienen tan entretenidos y tan ocupados también. Pero en este pequeño mundo nuestro, ocurren otras cosas que forman parte de nuestra vida cotidiana y que nos preocupan también. Porque al final, lo cotidiano, lo común, es lo que hace, más o menos agradable, la vida de los ciudadanos.
Por ejemplo, a mi me preocupa; quizás porque me honro en pertenecer a esa peña, la decisión tomada por el concejal de Festejos del Ayuntamiento de Murcia, Jesús Pacheco, que faltando un mes para la instalación del Belén municipal que todos los años monta la peña La Pava, en el Palacio Episcopal, decide, en un acto de cierta prepotencia, dar por finalizada la relación con dicha peña y que esta no haga el montaje del Belén municipal este año. Y no estamos hablando de una institución cualquiera, estamos hablando de La Pava, que durante 36 años ha instalado el belén amparado por la Comunidad en la Iglesia de San Juan de Dios, alternándolo algunos años con San Esteban y, paralelamente, desde hace 20 años, ha venido acomodando el Belén municipal en diferentes emplazamientos e, igualmente, a través del INFO, llevaron los belenes murcianos a lugares tan lejanos como Miami, Venezuela, Londres o Francia. Lo que nos da una idea del buen hacer de esta institución cultural dedicada al fomento de las costumbres de esta tierra. Larga labor que creo que hubiese merecido mayor respeto y sensibilidad por parte del señor concejal de Cultura que debería ser el primero en proteger la labor de esta gente, entregada a fomentar uno de los símbolos de la imaginaria murciana, y dejarse llevar menos por un estúpido orgullo que a nada conduce. Bueno sí, a dejar en la estacada, un mes antes de Navidad, a quienes a lo largo del año están trabajando en el proyecto de sus belenes.
La peña La Pava, todos los años, dedica su Belén; el que instala en la Iglesia de San Juan de Dios, a un tema determinado. De esta manera, se han dedicado a Cehegin, a Yecla, a Calaspararra, y así sucesivamente, forjando con las manos y la imaginación de los encargados de llevarlo a cabo los más insospechados rincones de nuestra geografía. Este año, el belén que se montará en San Juan de Dios, estará dedicado a Caravaca de La Cruz, con motivo del año Santo. Pero, al parecer, el concejal de Cultura decidió que eso había que mostrarlo en el patio del Palacio Episcopal; en el del Ayuntamiento, vamos, y como quiera que los de la peña La Pava son gente seria y responsable le comunicaron al señor edil de Cultura que si hiciesen eso seria faltar al compromiso ineludible que ellos tienen, desde hace muchos años, con ese Belén que erigen en San Juan de Dios y que siempre estuvo favorecido por la
Comunidad, indicándole que había otras opciones, pero el se negó a aceptarlas y, como al parecer, tiene muy asumida su autoridad, los dejó, nunca mejor dicho, “a Belén con los pastores”.
El señor Jesús Pacheco está en su derecho de decidir quienes montan su Belén, pero el ha “montado” el suyo haciendo algo difícilmente comprensible, porque si quería que fuesen otros los autores del mismo, debería haberlo dicho hace mucho tiempo, justo en la Navidad anterior, para que los componentes de esta peña no hubiesen gastado su esfuerzo, su tiempo y su dinero, en preparar, como todos los años, el Belén municipal. Pero es ahora cuando el señor Pacheco ha anunciado a los componentes de esa peña que no serian ellos los que lo hicieran por unos motivos muy difíciles de entender, o si, porque eso de pretender que el que siempre ha patrocinado y apoyado la Comunidad sea exhibido en el lugar del Ayuntamiento suena, como poco, raro. Pero raro.