Desde aquel lejano 1995 en que el PP ganó por primera vez las elecciones en la Comunidad han pasado dieciocho años. Tiempo más que suficiente para que algo de lo ocurrido sea responsabilidad del Gobierno popular. Y no del PSOE
Goebbels llamó “Principio de Orquestación” a una de sus teorías sobre comunicación. Una máxima que viene a decir que “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. Ya saben, eso que hemos oído muchas veces de que “si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”. Aunque les aseguro que continúa siendo una mentira.
Sí, a Goebbels se le adjudican todas las maldades relacionadas con la comunicación, o mejor manipulación de la información. El escribió un decálogo y sus aprendices parecen tenerlo como texto de cabecera para poder confundir al ciudadano; no siempre lo consiguen, pero lo intentan. Y en eso parece estar la portavoz del PP en la Región de Murcia, Laura Muñoz, a la que alguien debería decirle que la desmesura, el exceso de maquillaje de nuestras acciones puede hacernos caer en el ridículo.
Y ridículo, por pretencioso, es el lenguaje utilizado hace unos días para referirse a la petición del Secretario General del PSRM, Rafael González Tovar, quien criticaba el Real Decreto 16/2012 aprobado hace un año que, según el y otros muchos, “viene a romper el sistema sanitario público tal como se ha configurado en los últimos 27 años» porque, «significa un ataque frontal a su universalidad, equidad, igualdad y gratuidad».
Pues bien, a estas declaraciones enmarcadas dentro de lo que se espera de un partido en la oposición, entre otras cosas porque es lo que piensa mucha gente, Laura Muñoz, la portavoz del PP—cuando aprenderá a respetar la labor de la oposición– se descuelga con un lenguaje un tanto intimidatorio tachando las declaraciones de González Tovar de “vulgares, inadmisibles, mediocres…” y diciendo cosas como que “el PP regional no va a tolerar esta política que en nada ayuda a Murcia pero tanto veneno vierte, y cuyo único objetivo es encontrar en el populismo un apoyo ciudadano que el PSRM no logra en las urnas, de forma seria y democrática», para finalizar culpando, como no, al pregonero o, lo que es igual, al pasado socialista de todos los males que acechan a la Sanidad Pública murciana, aunque según ella en esta Región se continua manteniendo el estado del bienestar y una Sanidad de calidad.
La señora Muñoz, al parecer, ignora que por la Ley 2/1990, de 5 de abril, se creaba el Servicio de Salud de la Región de Murcia y finalmente, la Comunidad Autónoma asumía las competencias en materia de sanidad por el Real Decreto 1474/2001, de 27 de diciembre, sobre traspaso a esta Comunidad Autónoma de las funciones y servicios del Instituto Nacional de la Salud, con efecto desde el 1 de enero de 2002.
Sí hace más de once años que la responsabilidad del funcionamiento de la Sanidad Publica en la Región corresponde al Gobierno Regional. Como otras responsabilidades desde aquel lejano 1995 en que el PP gana por primera vez las elecciones en la Comunidad Autónoma porque, aunque no lo parezca por la nula asunción de responsabilidades que sus portavoces asumen, el PP lleva gobernando esta tierra dieciocho años. Tiempo más que suficiente para que algo de lo ocurrido sea responsabilidad del mismo. Pero escuchando a sus voceros el personal tiene la sensación de que ellos pasan por el ejercicio del gobierno sin romperlo ni mancharlo; o lo pretenden con su machacón y ya cansino argumentario.