UNA NOTICIA Y UNA SONRISA
Es de una naturalidad que desarma. Espontánea y siempre con la sonrisa fácil. Quizás por todo ello tiene fama, entre los compañeros de profesión, de ser eficaz en el desempeño de su labor—es Jefa de Prensa de la Asamblea Regional–, de hacerles fácil su trabajo, siempre con una sonrisa, con un buen gesto: “Yo creo que, fundamentalmente, un jefe de prensa de un organismo publico lo que tiene que hacer es facilitar al máximo la labor de los medios”. Facilitarla, pero no suplirla, añade esta periodista de larga trayectoria en prensa escrita y en radio que, nos dice quitándose importancia, procura atender a sus compañeros de profesión como le gustaría que le atendiesen a ella. Una máxima, nos dice, junto a lo de intentar difundir la labor de la Asamblea Regional procurando ser ecuánime y eso debe de ser fácil para ella porque “ni soy de aquí, ni soy de allá”, nos apunta con una pizca de guasa: “Quizás sea también más fácil conseguir este objetivo porque la Asamblea es un órgano muy plural. No es lo mismo que un ayuntamiento que siempre tiene un determinado color político. No, en un parlamento es distinto, aunque el presidente sea de un determinado color político. Además, aquí en la Asamblea, los tres presidentes con los que he tenido que trabajar han sido muy respetuosos con mi labor”. Y esos tres presidentes a los que se refiere son, por este orden: Miguel Navarro, Pepe Planas y el actual Francisco Celdrán. Y de los tres habla bien, poniendo de relieve la fuerza de Navarro, del que nos cuenta que era un torbellino; la bonhomía de Pepe Planas, aunque también tenia sus prontos, nos dice, y la capacidad de reflexión y el temple del actual, Francisco Celdrán.
Trabaja en un despacho muy formal que ella intenta alegrar un poco con un dibujo de Forges que cuelga de la pared, donde también se muestra el poema “En tierras de nadie”, de Carmen Conde, pero nos dice sonriente que no quiere personalizarlo mucho porque entiende que en estos lugares se está de paso. Sobre la mesa informes y diarios y se nos ocurre que quizás eche en falta el día a día de una redacción, de un micrófono. Que posiblemente note la diferencia entre ser periodista de calle o responsable de un gabinete de prensa, que a veces puede no dar la impresión de ser puro periodismo, pero no, ella reivindica su condición de periodista: “Es cierto que puede parecer que ahora estoy en la “nevera”, pero yo reivindico que esto es también periodismo, aunque sea un periodismo distinto. Y aunque reconozco que llego aquí porque ese llamado periodismo de calle impide una vida familiar normal, lo cierto es que nunca me arrepentí”.
Como tampoco se arrepintió de decidirse por la carrera de periodismo cuando, en principio, pensó en eso de estudiar leyes, pero tuvo un desencuentro con Derecho Administrativo y terminó en este profesión nuestra: “Si, pensé en hacer Derecho pero cuando nos dieron una especie de iniciación al Derecho Administrativo presentí que en la vida podía estudiar una cosa tan espantosa”. Y se ríe al contarlo. Tiene una sonrisa contagiosa y es fácil compartir la carcajada con ella. Lo cierto es que al sofocón del Derecho Administrativo se unió el dar con una profesora que les animaba en eso de escribir y terminó haciendo lo que, para ella, fue un acierto rotundo porque se siente muy feliz en una profesión no siempre fácil, no siempre comprendida, pero invariablemente apasionante.
Nos habla de lo que hace, del funcionamiento del día a día de la Asamblea, de lo importante que es la labor de ésta y de su preocupación por conseguir que llegue al público dicha labor. Y nos encontramos, casi sin darnos cuenta, sabiendo de su condición de secretaria de la Comisión Mixta Asamblea Regional de Murcia-Real Academia Alfonso X El Sabio: “Esta es una comisión muy activa compuesta por tres diputados y tres miembros de la academia Alfonso X El Sabio. La verdad es que, para mí, es una función que me encanta y, por otra parte, hemos conseguido hacer con muy poco dinero cosas importante”. Tan importantes como las exposiciones: “Murcia Tierra de Escritores”, “Parlamentarios por Murcia” y “Murcia y el agua”. Presentaciones hechas con pocos medios, nos dice, pero con la suficiente dignidad como para conseguir que se exhibieran en la UMU, en la UPCT y en Bruselas: “Ir al corazón de Europa y demostrar que necesitamos agua y que la aprovechamos, nos hizo muy felices”:
Vive con ilusión una experiencia que le pone en contacto con la historia y la realidad de la Región y es que, aunque nacida circunstancialmente en Madrid, aquí ha vivido las etapas más determinantes de su vida: la infancia y la adolescencia, su matrimonio y el nacimiento de sus tres hijos. Motivos suficientes como para sentir que esta es su tierra, porque la ha compartido y disfrutado con siete hermanos, porque aquí se “tropezó”, en el sentido literal de la palabra, nos dice con humor, con el que es su marido y aquel flechazo—a pesar de que le tiró los libros y no le ayudó a recogerlos—fue el inicio de una relación que, pasados los año sigue viva, seguramente porque comparten muchas cosas: el amor por sus tres hijos, por los trabajos manuales, el es un artista en eso del bricolaje, nos dice, y ella ha descubierto que puede convertir “lo inútil en útil y lo feo en bello” y ciertamente es así porque rehabilita muebles viejos y es capaz de hacer lámparas con los objetos más insospechados, demostrando que las cosas nunca dejan de vivir si alguien como ella se empeña en lo contrario. Las fotos ponen de relieve que podría ganarse la vida con esto, pero suponemos que se conformará con regalárselas a sus hijos, y a esa pandilla de amigos con los que, desde los dieciséis años, continúa reuniéndose periódicamente porque, junto a su familia, forman parte de su universo.