Con los Premios Grammy, la Academia Nacional de Artes y Ciencias de la Grabación de Estados Unidos, reconoce los trabajos más destacados de la industria musical. Una larga y brillante historia, que nacía con el objetivo de premiar los logros musicales de los cantantes, compositores, y músicos en general. Y el tiempo les ha dado tanto prestigio que se encuentran a la altura de los Oscar—estos en el mundo del cine–.
Pues bien, aquí en España, la Academia de Música, decidió instituir unos premios—pretenden ser otros Grammys—que a partir del 2024, y también con carácter anual, vienen a reconocer el trabajo de autores, artistas y compositores. En definitiva, estos premios pretenden tener en cuenta a todos los profesionales de la música, tanto a nivel nacional como internacional.
Y debo de reconocer que me he fijado, de manera especial, en la implantación de estos galardones porque, en esta edición, se ha tenido en cuenta el trabajo de muchos murcianos—Arde Bogotá, Kuve, Viva Suecia, Muerdo–, pero sobre todo, me ha llamado la atención la elección de Malva o, lo que es igual, de Carlos. Un chico de apariencia frágil, con una mirada profunda y muy interesante y al que cuando yo conocí de niño lucia unas gafitas que le prestaban un cierto aire de sabio distraído
Un niño que aparecía muchas veces por la redacción de tve, en Murcia, de la mano de su padre, Manolo Segura. Imposible que pasara desapercibido. Primero porque era el único niño en aquel ambiente de adultos. Segundo, porque era muy discreto y siempre procuraba que no se notara mucho su presencia—seguramente su padre le advertía al respecto–, pero claro que se notaba, y normalmente, le interrogábamos sobre las mas variadas cosas, seguramente porque queríamos hacernos simpáticos y simpáticas con él y pretendíamos que se sintiera bien en aquel mundo de mayores.
Sinceramente, yo creí que nos saldría periodista—bueno puede llegar a conseguirlo porque estudia, cuando puede, esta carrera–, pero quizás porque era tan prudente, tan calladito y pocas veces conseguíamos que nos hablara de sus sueños, no pensamos que nos saldría un magnífico hacedor de música.
Compositor y cantante, con una personalidad muy definida, como ha venido dejando patente en sus canciones: Por lo que Cuentan, Amor Aéreo, Nuevo Romántico, Colapso, Necesito Curarme, entre otras, hasta que el pasado año edita su disco «Contenido Sensible», producido junto a Ricardo Ruipérez de M-Clan. El disco que ha sido nominado como mejor álbum pop-rock por la Academia de la Música de España, que publicaba, días pasados, el listado de los artistas seleccionados de cara a la celebración de la gala del presente año y entre los que se encuentra este Contenido Sensible, de Malva, que ha despertado interés entre los que más saben de esto. Seguramente también, porque a la sensibilidad y el buen hacer de Malva, se une la maestría musical de alguien como Ricardo Ruiperez, de M-Clan. Una mezcla muy atractiva, llamada a conseguir el éxito.
Hay quienes dicen que los sueños no se hacen realidad, pero que quizás sirvan para conocerse mejor y ser capaces de tomar mejores decisiones en función de esos sueños. Pero yo no me siento cerca de esta opinión, antes al contrario, soy de las que piensan que si como dicen “soñar es una forma de procesar emociones, recuerdos, estímulos e información que se absorbe durante el día”, también es algo que nos ayuda a comprender mejor nuestros deseos, nuestras ambiciones. Yo comparto más la opinión de que los sueños pueden ser una guía para el crecimiento personal.
Viendo actuar a Carlos Segura—Malva–, oyendo su música, es fácil pensar que, desde aquel tiempo en el que visitaba la redacción de tve, iba dando cabida en su mente a todos los sueños que hoy se le hacen realidad con “Contenido Sensible”.

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