Y CONTINUAMOS CON LA FALTA DE TAXIS Y VTC

HOLA AMIGOS: Llevo mucho tiempo sin aparecer por aquí. Mucho trabajo acumulado para poner al día los artículo que publico en La Opinión, de Murcia. Intentaré ponerlos al día. Y espero no repetir ninguno por despiste. Confío en vuestra comprensión.

Soy usuaria de taxis: siempre que salgo a la calle raro es el día que no utilizo uno. Y se muy bien las dificultades con las que pueden encontrarse, en Murcia, los y las que tienen esta costumbre. Y los días de diario, pues es pasable. Pero llegan los sábados, los domingos y también los viernes—al parecer dentro del mundo del taxi ya es fiesta de guardar—y se arma la marimorena. Y no se trata de que usted salga a cenar y pretenda regresar a su casa avanzada la noche, no, los viernes en Murcia, también al mediodía, es imposible coger un taxi. Da igual que usted este en la parada del Carmen, pongamos por caso, y se cambie a la que está en la Glorieta–les habla la voz de la experiencia– para ver si así les engaña, porque lo normal es que se pase un largo tiempo, que se hace eterno, intentando contactar con los teléfonos de Radio Taxi, y que si quieres, la llamada ni la dejan entrar, porque los trabajadores de ese servicio ya no dan más de si y prefieren no contestar antes de ponerte la “musiquita” interminable, o decirte “lo sentimos, en estos momentos no podemos facilitarle ningún taxi, inténtelo más tarde”.

Ya, el pasado mes de enero, hablaba en este mismo espacio de lo que supone llegar a Murcia–en fin de semana–a alguna de las estaciones, de tren o de autobús, y pretender hacerte con un taxi: has de armarte de mucha, infinita paciencia, hasta conseguir uno. Y entonces; como ahora, nos preguntamos los motivos del empecinamiento del ayuntamiento de Murcia en no ampliar la cifra de licencias.

Al parecer, el número de taxis en Murcia no ha crecido desde el año 2004. El numero de taxis no, pero si el de ciudadanos, porque mientras que en el 2004 esta misma ciudad tenia 398.815, habitantes, ahora, en el 2024, cuando los taxis continúan con el mismo número, los residentes subieron a 463.150, entre lo que es la ciudad y su término municipal. Una subida de la población, que demanda más servicios. Por ejemplo, el servicio de taxis que se ha convertido en un dolor en Murcia si se le ocurre necesitarlo un viernes, un sábado o un domingo. Ya ve, casi la mitad de la semana en la capital es una autentica odisea utilizar este servicio público cuando, al parecer, la Región de Murcia, se encuentra situada en el furgón de cola de España en autorizaciones para taxis y VTC, y de las ciudades analizadas, la capital murciana ocupa un puesto entre las tarifas más caras, por delante de poblaciones tan importantes como Valencia, Alicante, Bilbao y Sevilla

No tenemos que desplazarnos mucho: en Alicante y Elche, por ejemplo, ya funcionan las VTC, Cabify y Uber, y lo hacen sin imposición de trayectos predeterminados. Funcionan, para facilitar la vida a los ciudadanos cuando necesitan un medio de transporte, sobre todo los fines de semana, y no quieren esperar, y esperar y esperar, a ver si un taxi se encuentra libre.

Y por fin, hace unos días, comenzó a operar en Murcia la compañía UBER, una VTC que, al parecer, tiene constreñido su funcionamiento porque “solo pueden operar en trayectos interurbanos”. Es decir, solo pueden hacerlo entre términos municipales. Y si usted esta desesperada, o desesperado, en una parada o intentando que le cojan la llamada en la centralita y no puede llegar a su destino a tiempo, pues se aguanta, aunque en sus narices tengo un Uber. Nada de, cómo en otras ciudades, llamar concertar su servicio y que vengan a recogerle: de eso nada.

Vivimos en una sociedad capitalista, nos guste o no, y aquí, la competencia es sana, y sobre todo necesaria para los moradores, porque los monopolios, nunca fueron buenos. El que el ayuntamiento no amplíe el número de licencias de taxis cuando se demuestra que es un perjuicio para los usuarios, tampoco.

Una de esas cosas de la administración, tan difíciles de entender para los ciudadanos.

Publicado en La Opinión, de Murcia, el 9 de octubre de 2024