El fiscal superior de la Región de Murcia, José Luis Díaz Manzanera–lo quiera o no– se encuentra en el “ojo del huracán” de la opinión pública, porque el papel jugado por la fiscalía en el tema de los empresarios violadores de menores, en Murcia, no ha sido, ni mucho menos, aseado, por no acudir a definiciones mucho más gruesas, si nos dejáramos llevar por lo que nos pide el cuerpo. Y se encuentra en el punto de mira del enojo de muchos ciudadanos, porque si es muy difícil comprender los resultados de las sentencias, lo es, de igual manera, asistir a las declaraciones del máximo responsable de la fiscalía en esta comunidad sin que, hasta el momento, haya tomado alguna decisión acorde con las declaraciones. Decisión, que debería de estar encaminada a no permitir la impunidad con la que estos sujetos han salido de este caso.
Si, Díaz Manzanera, desde el primer momento, efectuó declaraciones que sonaban bien, pero como el tiempo pasa y no se hace nada al respecto, nos tememos que se queden en eso, en meras explicaciones encaminadas a tranquilizar al personal.
Hace unos días, el fiscal superior decía cosas como: “Es inaceptable que una víctima de un delito lleve media vida sufriendo abusos, y otra media reviviéndolos ante los profesionales de la justicia, para muy posteriormente encontrarse con una sentencia que pueda parecer que juega a favor de sus agresores, lo que tristemente puede transformar lo que debe ser un sistema proteccionista, en una victimización vitalicia”. Y suena bien, como suena bien esto otro: “Hay que huir tajantemente de posiciones de comodidad y complacencia, debiendo actuar con el mayor rigor profesional velando por los derechos de todos los intervinientes, y evitando prácticas dilatorias que buscan solo la aplicación de concretas atenuantes”.
Pues en eso estamos, esperando que el fiscal jefe de Murcia actúe “con el mayor rigor profesional velando por todos los intervinientes y evitando prácticas dilatorias que buscan solo la aplicación de concretas atenuantes”.
Justo es lo que se está esperando. Que actúe, que impida que estos individuos continúen riéndose de la justicia y de la sociedad también. Y lo tiene tan fácil como que en las reuniones que mantiene la junta de fiscales deje claro que esto no puede terminar así. Que la justicia no puede escandalizar. Que estos acusados han de terminar en la cárcel. La falta de fiscales que el denuncia, la falta de medios que proclama, no puede ser suficiente para justificar el retraso de un caso hasta los diez años, porque tal y como informa, el Consejo General del Poder Judicial, el tiempo medio de duración de procedimientos en la Audiencia Provincial de Murcia es de 5,7 meses, cuando la media nacional es de 2,8: ya se muestra esta carencia en los resultados de sus resoluciones. Lo de diez años es, sencillamente, escandaloso.
Y lo que son las cosas, al parecer, su departamento desarrolla, desde el año 2020, la campaña “Fiscal Contigo”. Según parece, esta campaña tiene como objeto la apertura de la Fiscalía a la sociedad murciana y para ello, en los centros de enseñanza, se explica la labor de los fiscales en la aplicación de la justicia. Al parecer, y según se nos cuenta, esta es una experiencia única en España. Y nos parece muy bien. Creo que los estudiantes han de saber el papel, el vital papel que la justicia juega en una sociedad democrática. Porque sin el buen funcionamiento de la justicia, la democracia se resiente. Confío en que también les cuenten que, a veces, los “malos” no responden de sus delitos porque, miren por donde, el tiempo se echa encima, y se pueden tardar diez años de nada en dictar sentencia.
Este año comienza la quinta edición de este interesante proyecto: por favor, cuéntenle la verdad, porque “solo la verdad les hará libres”.

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