En estos días se llevan a cabo, en distintas localidades, celebraciones con motivo del Día Internacional de las personas con discapacidad. Actos que sirven para recordarnos que aunque se haya caminado mucho en este tema nos queda aún un largo trecho por recorrer.
Y aquí, es justo y necesario remontarnos a un lejano noviembre de 1978 cuando en Guadix se inauguraban las instalaciones del Colegio Psicopedagógico “Nuestra Señora de la Esperanza”, que permitía prestar atención escolar a niñas y niños con discapacidad intelectual porque de ahí, y alrededor de ese proyecto, fueron naciendo muchas más cosas. Sueños que se hicieron realidad y que a lo largo del tiempo han permitido dignificar la vida de muchos discapacitados de esta tierra que, sin ese “paraguas”, difícilmente lo hubiesen podido conseguir.
La puesta en marcha de ese proyecto fue el germen que sirvió para ir desarrollando en mucha gente un sentimiento altruista, absolutamente imprescindible, para sacar adelante una aspiración como esta que nació desde la voluntad extraordinaria de una gran mujer, Rosa Martínez Vera, que consiguió con su fuerza convencer a todos de las bondades de su aparente utopía. Una aspiración, una quimera que comenzaba a forjarse en 1973 desde la nada y fue tomando cuerpo con el paso del tiempo desde un sentimiento de compromiso con el bien de los demás porque todos los que intervenían en aquel lejano proyecto lo hacían desde la ética de la responsabilidad. Y aquella idea que nacía con la intención de promover la creación de centros que atendieran a los discapacitados, para ofrecer la atención y formación continua necesaria que los dignificase, hoy es una realidad gracias al sacrificio personal de mucha gente que ha permitido materializar; desde una residencia de adultos hasta otra dedicada a las personas con necesidades de apoye generalizada, pasando por una residencia para personas con discapacidad intelectual que envejecen o el centro ocupacional ACCI, que tanto bien hace, entre otras muchas realidades encaminadas al bienestar de las personas discapacitadas.
Hoy, más que nunca, debemos reconocimiento a una entidad como la Asociación San José que en estos días celebra una serie de actividades encaminadas a que el Día Internacional de las personas con discapacidad no pase desapercibido. Los medios de comunicación, tenemos la obligación moral de recordarlo.