Nos recibe en su despacho de la sede del partido socialista. Un lugar de trabajo de una gran austeridad, donde trascurre todo el tiempo que demanda una formación política como el PSRM-PSOE. Todo el tiempo que exige la organización del próximo Congreso Regional, donde volverá a optar a la Secretaría General. Y es inevitable comenzar hablando de este congreso y del federal que se celebró en Madrid, ante la representación conseguida por los socialistas murcianos– elección de María González como Secretaria de Innovación y Nuevas Tecnologías, de Raimundo Benzal para el comité federal y de Paqui López, para la comisión de Ética y Garantías y aceptación de propuestas de la delegación murciana en el tema del agua–y nos dice que esto es algo que viene haciendo desde hace cuatro años; luchar por una mayor presencia del PSRM-PSOE en la política nacional, jugando la baza de la credibilidad. Y la credibilidad se gana hablando claro, como hizo en el plenario del congreso en Madrid: “Yo creo que hemos hecho que el PSOE tenga un discurso más realista sobre el agua y ganado peso en Madrid, con María González”. Y continúa hablándonos con entusiasmo de las inversiones del Estado en la Región, de que los resultados se están notando.
Se le ve relajado y seguro de si mismo y descubrimos que no tiene ninguna palabra despectiva para el otro candidato a la secretaria general del PSRM-PSOE, Javier Mármol. Nos habla de el con un gran afecto y se felicita de tener la oportunidad de confrontar ideas:”Yo tengo un gran cariño personal por Javier Mármol pero, por otra parte, es el momento de despejar dudas sobre la orientación política del partido socialista, de debatir sobre lo que se pretende para la región”.
Y nos dice que confía en que sea así porque no tiene la percepción de haber escuchado ninguna idea nueva, ni sobre cual debe ser la orientación del partido y cuando eso no se produce se queda todo en una lucha por el poder. Pero el confía en que no sea así y que se debata sobre cosas como: “Quién de verdad quiere las reformas; quien puede hacerlas y quien tiene autonomía para hacerlas”. Y habla de lo que está en juego en este congreso, con la firmeza que presta la convicción de que el partido socialista en la región necesita de algo más que palabras porque, lo que se dilucida, nos apunta, son cosas de gran calado político como: si o no, a la política económica que se está llevando a cabo o, si o no, a la lucha contra la corrupción, entre otras cosas. Estas son preguntas que, según el, tienen que hacerse, y no quedarse en si las agrupaciones necesitan ordenadores porque, de lo que se tiene que discutir, es sobre ideas.
Oyéndole hablar de valores, de ideas, sentimos curiosidad por conocer como llega al socialismo y nos dice que se produce más por deducción que por impresión porque a diferencia de otros socialistas, que proceden de familias con esa ideología, el no viene de una familia de tradición socialista: “A partir de comenzar a estudiar en el instituto, cuando me aproximo al conocimiento, es cuando siento que eso es lo que yo quiero. Y si en el instituto descubro el concepto de izquierda en la universidad me atrapa el de socialdemocracia”. Y porque, desde muy joven, siente una manera progresista de estar en la vida se encuentra siendo delegado de curso en cuarto y quinto de carrera y eso le permitió estar cerca de determinados profesores, muchos de ellos del PSCV y es a partir de entonces cuando se compromete con las ideas socialistas aunque siempre tuvo esa forma de concebir la vida que pone en práctica cuando comienza a dar clases en la facultad de económicas de la UMU y se da de alta en el partido socialista de su pueblo, Torrepacheco, donde transcurre una infancia y adolescencia que recuerda muy feliz, junto a sus padres y su hermana. Y allí continua viviendo y creciendo también sus hijos junto a su mujer Pilar, arqueóloga, y de la que nos habla con auténtica admiración: “Es muy inteligente, muy preparada y con criterio propio como para saber analizar lo que hacemos”. Y junto a los valores de la familia otros que son innegociables: la ética, como algo fundamental en la gestión de lo publico; el concepto de igualdad porque el no cree en el igualitarismo, pero si en que todo el mundo tenga las mismas oportunidades, y el concepto de libertad.
Continuamos hablando de la actualidad regional, de sus gustos; el cine, la lectura, viajar. De sus aficiones; todo tipo de deportes, especialmente el tenis. Y, sobre todo, disfruta con los atardeceres en el Mar Menor, viéndolos desde La Manga. Y junto a todo esto, su obsesión por la eficacia, por el trabajo bien hecho y nos dice que en la región nota una gran ausencia de esta premisa, de la búsqueda de la calidad, de la competitividad; porque tiene la sensación de que no se ha sabido gestionar la pasada bonanza económica.
Y cuando le apuntamos que algo mal ha debido hacer el PSRM-PSOE para que el PP gane una y otra vez las elecciones nos dice que solo puede hablar del tiempo en que es secretario general. Que en la legislatura anterior se marcó una agenda política que no le gustó a los murcianos y porque lo que necesitan los socialista en la región es tiempo: “Sí, ese tiempo también es necesario para que los ciudadanos identifiquen lo que el gobierno de la nación está haciendo por la región, para que comprueben que el modelo de crecimiento de estos últimos años aquí no era el adecuado y para que conozcan mejor a los dirigentes del partido socialista”.
Y continua exponiéndonos su modelo de región, la necesidad de alcanzar un pacto nacional sobre el agua que incluya dos cosas: la consolidación del trasvase Tajo-Segura y la desalinización.
No sabemos si ganará, pero si percibimos que cree en lo que dice.