Faura es una localidad que crece entre naranjos y limoneros en plena comarca del Camp de Morvedre, en la Comunidad Valenciana y a la que procuro ir todos los años a la bajada de Santa Bárbara, su patrona, para contemplar las danzas del folklore y del fuego que acompañan a la Santa portado por jóvenes, y menos jóvenes de la localidad entre los que se encuentra su alcalde, Toni Gaspar porque, al contrario de otros ediles, el no preside la procesión, él participa como todos en ese acompañar a la Santa encendiendo unas carretillas que no corren porque van fuertemente asidas a una suerte de pinzas largas que los que participan en el cortejo llevan.

La oportunidad de conocer este acontecimiento me la dio Fernando Delgado, el escritor que todos los años abre su casa a los amigos para que participen del acontecimiento. Yo creo que su reunión ya forma parte de la fiesta. Y sí, fue en su casa donde tuve la oportunidad de conocer a Toni, su joven alcalde, que desde el primer momento llamó mi atención por su lucidez política porque Toni habla con un discurso creíble.

Me entero de que tiene la firme decisión de presentarse a las primarias que decidirán el candidato a la Generalitat valenciana por parte del PSPV, ese partido que no ha levantado cabeza desde que, en 1995, Joan Lerma dejara la Presidencia de la Generalitat. Y ya es hora– teniendo en cuenta las aguas revueltas de esa comunidad– de que un partido con vocación de gobierno como el socialista encuentre en esa autonomía la guía y el faro que les lleve a tiempos mejores.

He visto las distintas informaciones que van apareciendo de los tres candidatos que, hasta ahora, parecen querer presentarse. Sí, la apertura del curso escolar ha dado paso también a la apertura del curso político y ya se comienza a ver el movimiento de aspirantes. Entre ellos el actual secretario general Ximo Puig y Francesc Romeu, su segundo en la ejecutiva y, al parecer, eterno aspirante a volar más alto.

Y junto a ellos, aparece, sí, una figura ilusionante, la de Toni Gaspar, alcalde de Faura que llega con un discurso nuevo.

El diario Información nos ofrece imágenes de los tres. Sonrisa forzada en Ximo Puig, gesto circunspecto en Francesc y amplia sonrisa, sonrisa confiada la de Toni…y nosotros nos quedamos con esta. A la vida hay que recibirla así, con esperanza, con confianza en el futuro. Vale ya de medias sonrisas, de cautela en el gesto. Valencia necesita que la miren a la cara y ya es momento de decir no a los políticos de mirada huidiza y de sonrisa congelada.

Valencia, también otras comunidades de España; España en general, necesita de una sacudida de esperanza. Sabia nueva que nos hable de futuro y no de pasado. Que nos embarque en sueños necesarios para poder vivir.

Días pasados, los tres se juntaban con Elena Valenciano, la número dos del PSOE, confiemos en que ella, joven también, apueste por la ilusión que genera un hombre como Toni Gaspar. Los otros llevan demasiado tiempo luchando para sumergir al PSPV en la nada en la que hoy se encuentra.

Aunque es cierto que todo el mundo, hasta la conferencia política del PSOE de octubre, no quiere dar sensación de moverse mucho, lo cierto es que si, que se están moviendo y que a Toni Gaspar le hemos visto participar en reuniones por diferentes agrupaciones socialistas en Valencia para medir sus fuerzas de cara a esas primarias necesarias. Yo estoy segura de que su discurso puede llegar a la militancia porque los socialistas valencianos necesitan, una fuerza nueva.

Toni Gaspar atesora cualidades no solo para presentarse y ganar las primarias a la Generalitat, también para discutirle a Ximo Puig el liderazgo de los socialistas valencianos, entre otras cosas, porque Ximo, desde su triunfo sobre Alarte, no ha justificado su supuesto liderazgo, inmerso en un discurso incapaz de ilusionar a la militancia socialista. Una militancia que se continúa preguntando hasta cuando deberá asistir al agostamiento de su partido.