LA COMPRA DE VOTOS SE PREMIA

lunes, 8 mayo, 2023

Las nuevas tecnologías han venido a embolicar mucho la vida. Te la embrollan, te la enredan, porque esas nuevas tecnologías permiten, por ejemplo, que te puedan grabar las conversaciones sin tu saberlo, con lo peligroso que esto puede llegar a ser, sobre todo para los políticos, con tantas cosas que ocultar algunos, y tantas mentiras por enmascarar otros.

Y algunos de esos políticos que son grabados, que son descubiertos en situaciones tan comprometidas, dejan pasar el tiempo y confiando en la mala memoria del personal (los sucesos ocurren a tanta velocidad que es difícil guardar en la memoria todo lo que la vida nos depara), y en los pocos escrúpulos de algunas formaciones políticas, regresan al campo de batalla; o a las campañas electorales, da igual, confiando en eso de “pelillos a la mar” y que todo haya sido olvidado por el electorado.

bELLESTALo que ocurre es que hay que tener muy mala memoria para que los electores olviden, por ejemplo, que aquí en Murcia, en pleno siglo XX, en el año 2019, alguien decidió no presentarse a las elecciones municipales en las filas del PP porque se habían hecho públicos unos audios en los que se le oía hablar con el padre de un joven al que, al parecer, había colocado a dedo en una empresa municipal, a cambio de empadronarse en El Raal. Empadronamiento, lógicamente encaminado a conseguir su voto porque, como se oye en la cinta que le fue grabada al entonces presidente del PP en esa localidad, Ramón Andrés Abellán, este urge al registro del joven porque los favores hay que devolverlos.

Ya ven, parece que no ha pasado el tiempo, porque la compra del voto fue una práctica muy utilizada en la España de finales del siglo XIX y principios del XX, para alterar el resultado de las elecciones. Una práctica desempeñada de manera habitual por los caciques de las zonas rurales, con la ayuda, comprensión y beneplácito de los Gobernadores Civiles. Costumbre que se “enriquecía” cuando estos manejos no eran suficientes, con la manipulación del censo. Y los caciques, continúan existiendo.

BELLESTA IIEsto, tristemente, también se intenta ahora. Cuando la sociedad se muestra mucho más preparada. Cuando podemos decir que la democracia en la que vivimos está consolidada y cuando se supone que los partidos a los que pertenecen estos sujetos deberían de tener una profunda conciencia democrática que evite estas barbaridades. Pero en este caso no, a los cuatro años en los que las cintas ponían en evidencia la manera antidemocrática de actuar de Ramón Andrés Abellán, este es premiado con una mejor posición en las listas del PP a la alcaldía de Murcia, que encabeza el exalcalde José Ballesta.

Desconocemos la capacidad de maniobra que el cabeza de lista al ayuntamiento de Murcia tiene para hacer sus listas. El nunca fue un hombre del aparato; aunque sea uno de los políticos más valorados de su partido, así es que desconocemos si se ha visto obligado a incluirlo en su lista electoral. Y queremos pensar que ha debido de ser así, porque cuando se descubrió el pastel del intento de compra de voluntades, cuando las cintas, en las que se ponía de manifiesto este atropello a la democracia, fueron dadas a conocer, Ballesta dijo cosas como que “actitudes de ese tipo no tienen cabida en nuestra manera de entender la actividad pública”.

Pues no sabemos que ha podido cambiar en tan pocos años, para que ahora si se entienda el llevarlo en las listas. Porque lo grabado, grabado está. Y la desvergüenza latente en esa cinta no debe de ser olvidada por los que tienen la obligación de ennoblecer la democracia. Estar en política no debería de ser solo ocupar sillones y cobrar por ello. El ejercicio activo de la política tendría que obligar a mucho más.

Publicado en La Opinión, de Murcia, el miércoles 3 de mayo de 2023

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