Los recortes en Sanidad se pueden hacer con estruendo—Cataluña, Madrid, Valencia—o sin hacer ruido, un tanto sibilinamente como, por ejemplo Murcia donde, entre otras cosas, se está jubilando a los médicos de los ambulatorios a los que ya se les había concedido prorroga.

Que el llamado “estado del bienestar” –pensiones, sanidad, educación y dependencia—se nos está marchando por los desagües de esta Europa desconocida es una realidad que no admite discusión, pero este reconocimiento a la finalización de todo lo que hace que los seres humanos se igualen no impide que nos siga inquietando lo que acontece a nuestro alrededor, sobre todo si ese alrededor nuestro nos habla de que una mujer entró en coma en nuestra Región por no ser operada a tiempo.

VIRGEN DE LA ARRIXACAEste es el caso de Juana Vidal, una ciudadana murciana que denunció públicamente su situación hace unos meses y que ahora se encuentra ingresada en el hospital Virgen de la Arrixaca, en coma y en estado muy grave, tras haber sido intervenida, ahora sí, de urgencia, cuando le fue diagnosticado un aneurisma cerebral en febrero de 2012. Es decir, llevaba esperando a ser intervenida casi catorce meses. Un tiempo excesivo para cualquier enfermedad y que, en este caso, se antoja, sencillamente incomprensible, al tratarse de un aneurisma en una mujer con antecedentes familiares ya que una hermana suya murió con 39 años de la misma afección. Una afección que ofrece los siguientes datos: el 40% de las personas a las que se les rompe un aneurisma, no sobreviven las primeras 24 horas y hasta un 25 % adicional mueren en los primeros seis meses debido a complicaciones, si no es intervenido. Está claro que la operación de Juana no se hizo en el tiempo aconsejado y sí ahora cuando, al parecer, es irreversible.

MARIA ANGELES PALACIOSLa consejera de Sanidad y Política Social, María Ángeles Palacios, ha salido a la palestra para informarnos de la apertura de una investigación interna en el Servicio Murciano de Salud para conocer con detalle la asistencia que ha recibido la paciente Ana Vidal, intervenida de urgencia en la Arrixaca. Pero ciertamente no hay que investigar mucho, no hay que ser Sherlock Holmes para deducir que la asistencia que esa enferma ha recibido es manifiestamente mejorable porque es difícilmente comprensible que con un detectado aneurisma cerebral se pasara en lista de espera más de 150 días.

La señora Palacios, ya puesta a justificar, dijo algo así como que «se trata de un caso muy complejo, ya que el servicio debe priorizar y valorar las circunstancias de la paciente y su estado para intervenir, y así se hizo». Pues no, no se hizo así, se ha hecho tarde, con las consecuencias que conocemos, y tomar al ciudadano por tonto nunca fue aconsejable, aunque los políticos tiendan a ello.

Los recortes en Sanidad se pueden hacer con estruendo—Cataluña, Madrid, Valencia—o sin hacer ruido, un tanto sibilinamente como, por ejemplo Murcia donde, entre otras cosas, se está jubilando a los médicos de los ambulatorios a los que ya se les había concedido prorroga para que esto no ocurriese, anulándoles dicha prorroga y a los que se les sustituye con interinos. Tan interinos que cada semana el enfermo se encuentra con una cara nueva a la que hay que relatarle, de nuevo también, los males que le aquejan y claro, como el médico que le atiende se siente de paso, no esta concernido por sus problemas porque no le conoce, y seguramente no volverá a verle más, procura mandarle pocas pruebas que le puedan poner en un aprieto, teniendo en cuenta que ahora, al parecer, están mejor vistos los médicos que dan poco trabajo y, sobre todo, ocasionan pocos gastos.

Por cierto, ayer, LA OPINION, publicaba una noticia sobre la situación de la Radiología en la Región. Aconsejamos a la responsable de Sanidad que se lea la información. Es ilustrativa de cómo se encuentra la Sanidad pública aquí, a consecuencia de unos recortes que no se anuncian, pero se ejecutan.

Publicado en La Opinión, de Murcia, el 9-4-2013

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