El mundo seria otro, mucho menos habitable, si no viviesen con nosotros una serie de personas que desde el anonimato, desde el más absoluto desinterés, intentan hacernos la vida más agradable. Y todo ello sin pedir nada a cambio, con absoluta generosidad y entrega, con total compromiso hacia la sociedad en la que viven, desde una conciencia de servicio a esa sociedad, que no siempre somos capaces de percibir, seguramente porque la mayoría vivimos de espaldas a esa  necesidad de entrega.  

Generosidad y filantropía que practican los que pertenecen a determinadas instituciones–pongamos por caso la Asociación Huermur– que dan la sensación de moverse de manera espontánea  cuando, ciertamente, funcionan con un mecanismo que se pone en marcha gracias al empuje decidido de todos y todas las personas que dedican su tiempo y su esfuerzo a defender y preservar el patrimonio de todos. A veces, reitero, rodeados por la incomprensión de quienes no pueden llegar a entender que existan personas dispuestas a tanta dedicación  por una ilusión, una idea, una utopía que intentan hacer realidad con su abnegación.  

El pasado jueves, este periódico daba a conocer  en un reportaje el llamamiento que la Asociación para la Conservación de la Huerta de Murcia, Huermur, hacía a todos los ciudadanos en un intento, casi desesperado, por llamar la atención hacia el abandono y degradación que vive la huerta de Murcia, donde propone la limpieza de cauces y la recuperación medioambiental de los quijeros con la plantación de ejemplares autóctonos. Junto a esto, abogaba porque el Ayuntamiento haga suya la petición de esta asociación de incluir en la próxima edición del Plan E un proyecto que propone la recuperación de cauces de las acequias la Aljufia y la Alquibla, construidas en los siglos X y XII, con la limpieza de los mismos, el arreglo de los caminos que circundan sus márgenes  con vallas y señalizaciones y otras intervenciones de interés.

Huermur considera que el proyecto presentado se ajusta a los fines de la nueva edición del Plan E, principalmente en el eje de la sostenibilidad ambiental: recuperación de zonas degradadas, recuperación y reforestación de la vegetación autóctona, protección y conservación del patrimonio histórico y paisajístico, entre otros puntos para la conservación  de la Huerta que ellos hacen suyos, que los ciudadanos deberíamos hacer nuestros y que el Ayuntamiento tiene la obligación de tener en cuenta porque en este SOS que lanza Huermur se percibe una alarma que debería captar la atención de todos.

Publicado en el diario La Opinión el 30-1-2010

 

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